El indicador de inflación preferido por la Reserva Federal ha publicado datos que aumentan las posibilidades de un recorte de tipos, además del dramático recorte de medio punto ya anunciado recientemente.
Con la inflación cayendo desde un máximo de 2022 a justo por encima del objetivo del 2 por ciento de la Reserva Federal, el banco central tomó una medida audaz la semana pasada, recortando su tasa de interés en medio punto significativo. Este enorme recorte marcó un cambio dramático de política luego de más de dos años de aranceles elevados destinados a frenar los precios limpios.
En su anuncio de la semana pasada, el Comité Federal de Mercado Abierto, responsable de fijar las tasas de interés, vinculó su recorte al doble mandato de estabilizar la inflación y maximizar el empleo. Al señalar lo primero, los funcionarios «adquirieron mayor confianza en que la inflación se está moviendo de manera sostenible hacia el 2 por ciento».
Los funcionarios de la Fed señalaron además una perspectiva moderada, indicando planes para recortar las tasas de interés en otro medio punto tanto en noviembre como en diciembre. De cara al futuro, la Reserva Federal espera que este ciclo de flexibilización continúe y se esperan cuatro recortes de tipos más en 2025 y dos más en 2026. La agresiva reducción de las tasas de interés marca un giro significativo a medida que el banco central se esfuerza por equilibrar el crecimiento económico con la estabilidad de precios y envía un mensaje claro de confianza en el enfriamiento continuo de las presiones inflacionarias.

David Zalovovski)/AP
La estrategia se basa en gran medida en el Índice de Precios al Consumidor Personal (PCE), que se publicó el viernes, en lugar del más familiar IPC. El índice PCE mide los cambios en cómo los consumidores gastan su dinero cuando aumenta la inflación. Esto significa que los expertos pueden entender cómo se comporta la gente cuando compra, por ejemplo, gestionando su dinero cambiando de marcas más caras a marcas más baratas.
La inflación continuó su tendencia a la baja y los precios aumentaron sólo un 0,1% entre julio y agosto, desacelerándose desde un aumento del 0,2% el mes anterior, según el Departamento de Comercio. Sobre una base anual, la inflación cayó al 2,2 por ciento, por debajo del 2,5 por ciento del mes anterior, acercándola al objetivo del 2 por ciento de la Reserva Federal.
Este enfriamiento de la inflación parece estar remodelando el panorama político y podría perjudicar la ventaja en las encuestas del expresidente Donald Trump en cuestiones económicas. Una encuesta reciente realizada por Associated Press-NORC Center for Public Affairs Research reveló que los votantes ahora están divididos casi por igual sobre si Trump o la vicepresidenta Kamala Harris harán un mejor trabajo en el manejo de la economía. Eso marca un marcado cambio con respecto a encuestas anteriores cuando el presidente Joe Biden todavía estaba en la carrera, cuando casi seis de cada 10 estadounidenses expresaron su desaprobación de su gestión económica.
A medida que la inflación se modera y las percepciones económicas cambian, ambos partidos están recalibrando sus mensajes económicos antes de las elecciones de 2024, cuando la economía seguirá siendo un campo de batalla crítico.
Cuando se le preguntó cómo afectarán los actuales recortes de las tasas de interés a los propietarios de viviendas, el director ejecutivo y fundador de Julius Wealth Advisors, Jason Blumstein, dijo: «Las tasas hipotecarias no se verán afectadas de inmediato, especialmente teniendo en cuenta que la mayoría de los estadounidenses tienen tasas inferiores al 4 por ciento. Es posible que obtengan una reducción en su tarjeta de crédito. Sin embargo, en préstamos con intereses o con intereses variables, esta reducción puede compensarse con una tasa de interés más baja si mantienen su dinero en efectivo o en vehículos de inversión similares al efectivo.»
Este artículo incluye un informe de Associated Press.